lunes, 21 de septiembre de 2009

Pues así estamos, hoy

Hoy tengo el alma melancólico... Me pasa mucho cuando no consigo dormir bien. Hasta mi subconsciente me ha traicionado. Vaqueros negro y camisa azul oscura (de falangista dice mi jefe, jeje) Su pongo que si lo hubiese pensado no me habría puesto esta camisa. Las comparaciones son odiosas y esta doblemente. Osea, que estoy melancólica y encima, facha. ¡Qué bien!
Aunque no se si melancólica es la palabra adecuada. Clínicamente hablando tengo "el ánimo deprimido". Es decir, sufro un episodio pasajero de depresión menor. Nada de lo que preocuparse, pero jode.
Total, que mañana me planto mi camisa blanca y pongo al mal tiempo buena cara, una sonrisa y pa'lante, que si no, ¿quién lo va a hacer por mi?
La verdad es que mira que son socorridas las frases hechas y los latiguillos. Ni siquiera tienes que pensar lo que quieres decir, porque sale solo. Leí una vez que el ochenta o noventa por ciento de lo que decimos a lo largo del día en realidad no quiere decir nada, son frases hechas y convecciones sociales (se escribe así?). Desde que nos levantamos y salimos de casa el "buenos días" del ascensor, el "parece que va a refrescar", hasta el "buenas noches, que duermas con los angelitos", todo es en realidad, nada.
Y ya me he ido por las ramas, debe ser por mi ánimo... Bueno, creo que lo voy a dejar por hoy. Que mañana será otro día (je je je)

viernes, 11 de septiembre de 2009

Pues así estamos.
Son las diez y media de la mañana y no tengo nada que hacer. Habéis leido Cronica de una muerte anunciada? Pués así me siento yo sentada en mi mesa en la oficina... Lo peor de todo es no saber cuando se va a terminar, porque ahora mismo preferiría que mi jefe me llamara y me dijera
"Mira Virginia, hasta aquí hemos llegado. Como puedes ver no hay trabajo, y
tenemos que prescindir de ti".
Y yo lo entendería, porque llevo viéndolo ya varios meses. Y casi, casi se lo agradecería. Porque no es agradable estar mano sobre mano 15 días al mes, aunque no lo parezca. Provad un par de meses y sabréis de lo que hablo. Llega un momento que te cansas de todo, de fingir que tienes cosas que hacer, de revisar tu mail, de navegar por internet... Y a mi me da vergüenza cojer el libro y ponerme a leer directamente.
A si que me quedo aquí sentada, esperando que den las dos para irme a casa y pensar si mañana se decidirá y me despedirá.
Qué sentiré. Me he convencido a mi misma de que es lo que quiero en realidad. Pasar más tiempo con mi niña, disfrutar un poco, quizá prepararme una oposición que me asegure el futuro, sacarme el carnet de conducir... Pero en el fondo no se si es verdad. Siempre es un drama que te despidan, no? Creo que incluso cuando tu te vas.
Bueno, pues sólo era eso, desahogarme un poquito para poder seguir fingiendo otro rato.
Un saludo